Han ido pasando los días, contando las horas y minutos que restaban para reemprender la aventura.
Por fin, ese día ha llegado. Una ruta que dejamos inacabada, bien merecía ser repetida.
Son las 7h. En una hora, en la gasolinera de siempre. Todo está preparado y, como si de un ritual se tratase, entre sorbos de café con leche, me voy enfundando la armadura.
Abro la puerta de la cochera. Al fondo, en la penumbra, se distingue a mi fiel compañera. El silencio reinante se eclipsa con el sonido breve e inquietante de la inyección y el sonido tosco del motor de arranque, que precede al placentero rumor acompasado de los escapes. Apuro un cigarro mientras espero a que su latir se haga más pausado.
De camino al lugar de encuentro se agradece el aire fresco de la mañana que me invita a levantar la visera para así terminar de desperezarme.
Un grupo de RR`s han elegido el mismo lugar de reunión. Dos de mis compañeros de ruta con sus BMW´s (GS 1200 y GS 800) ya esperan. Mientras nos saludamos e intercambiamos piropos de nuestras monturas, van llegando el resto de compañeros: Freewind (XT600), magustin78 (GS650), parayos (KLE500) y motoruge que, a pesar de tener la moto en el taller, ha querido unirse a la ruta con su Land Rover.
Como de costumbre, nos dirigimos en busca de una cafetería abierta y esperamos allí la llegada de nuestro compañero Claudio990 que viene de Motril. No tarda en llegar y pronto estamos todos acompañando nuestros cafés con las primeras risas.
Una vez iniciada la ruta, me doy cuenta de que voy indocumentado :-(. Como vivo cerca les obligo a una paradita corta. Ya tenemos coña para todo el día… 😀
Después del imprevisto, nos dirigimos por carretera a Ohanes, lugar donde habíamos quedado con un grupo de foreros de Gstrail/Bmwmotos de Murcia y Granada para saludarnos.
Tras charlar un rato, comenzamos nuestra andadura por lo marrón.
El olor a campo comenzaba a sentirse. El paisaje, increíble. A los lados del camino, bosque de pino en todo su esplendor. Nos dirigimos al Pico La Polarda, en un continuo ascenso. El polvo del camino no nos impide disfrutar del entorno, aunque si nos esconde algunos peligros.
El repecho del camino nos brinda sus frutos y ya con bastante altura ganada, las vistas son espectaculares: mar, montaña, bosque y nieve.
En la parte más alta, rodeados de horizonte, el frío se realza por la emoción del momento.
Este instante bien merece una foto de grupo.
Proseguimos nuestra ruta por la Alpujarra almeriense. Esto no acaba más que empezar y todavía nos quedaban por delante muchos kilómetros de disfrute y numerosas emociones que vivir.
Como ocurrió el mes pasado en esta misma ruta, los últimos neveros trataron de impedirnos llevar a cabo la ruta planeada. Sin embargo, nuestro deseo de continuar disfrutando superó los obstáculos con los que la naturaleza nos estaba obsequiando.
Continuamos ruta en dirección al Puerto de la Ragua, no sin tener que atravesar varios neveros. En uno de ellos, no era seguro que el coche pasara por lo que tuvo que buscar un camino alternativo.
Con el paso de los kilómetros los bosques se fueron haciendo más densos y, en muchos tramos, el camino se convertía en un túnel verde que te envolvía.
En el Puerto de la Ragua paramos a comer el merecido bocata.
Así, en una mesa redonda de piedra gastada, los caballeros nos dispusimos a conversar sobre la batalla acontecida, sobre nuestros fieles corceles y sobre contiendas futuras.
No muy lejos de allí, el ganado pastaba a sus anchas por los verdes alrededores.
Pronto nuestros cuerpos volvieron a demandar nuevas emociones, por lo que reemprendimos la marcha, en un inagotable descenso salpicado de naturaleza.
– Freewind
– Claudio990
– magustin78
– un servidor
– motoruge
Alguna parada técnica ocasionada por las repentinas paradas que sufría la KLE permitieron poner sobre la mesa nuestros conocimientos de mecánica :-D, que sin duda amenizaron el camino.
Las protagonistas de esta historia:
– KTM 990Adv. S
– BMW GS800
– BMW GS1200
– XT600
– GS650 Dakar
– KLE 500
– XT660Z Tenere
– Land Rover
Proseguimos camino, con alguna paradilla para echar un cigarro.
Cuando estábamos a unos 20 km de Abrucena, en un tramo
rápido, tras una curva abierta, acabo besando el suelo. Fue de repente, no pude ver una rodera ya que en ese punto se había formado una buena polvareda por las motos que me precedían, que no me dejó “leer” la superficie del camino. En un abrir y cerrar de ojos estaba rodando por el suelo, quedándome justo al borde del terraplén de la izquierda.Claudio990 y motoruge, que iban detrás, enseguida me echaron una mano y al poco tiempo llegaron el resto de compañeros.
Después de evaluar los daños, viendo que no podía mover casi el hombro, decidimos que yo llevara el coche y motoruge la Tenere. Y así, escoltado por estupendas motos trail y mejores compañeros, pudimos llegar a Abrucena, y de allí, a Almería por la autovía.
Una vez allí, nuestra ruta se alargó unas horas, entre ir a dejar la moto a casa e ir a urgencias, siempre acompañado por mis compañeros, a quienes quiero agradecer cómo se portaron conmigo.
Las tres últimas fotos de la ruta, esta vez en blanco y negro, me indican que tengo la clavícula fracturada sin desplazamiento y fisura en un dedo.
Ahora, vuelvo a contar los días y las horas que me quedan para volver a montar en moto y poder disfrutar de los contrastes naturales de Almería.
Nos vemos en la próxima!
Saludos y Vs